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Sentarse

Arelis Rivera Burgos

La destreza de sentarse envuelve el desarrollo motor grueso del infante, los músculos grandes de los brazos, las piernas y el tronco. Igualmente, juega un papel muy importante en esta tarea el balance, desarrollado a través del sentido vestibular. Este sentido ayuda a mantener la posición y a saber cuán rápido nuestro cuerpo se está moviendo. Por lo que el infante necesita aprender a equilibrarse antes de sentarse.

Para desarrollar el equilibrio del bebé durante los primeros meses de vida son importante actividades como el “tummy time” en la pelota de ejercicio o en la piernas del adulto. De esta manera, el infante adquiere el balance necesario para continuar desarrollando habilidades como gatear y sentarse.

¿Cuándo debe comenzar a sentarse el infante y qué actividades se pueden realizar?

Un infante podría sentarse con apoyo entre los 4 y 7 meses. Sin embargo, la mayoría de los bebés logran esta destreza por sí mismos entre los 7 y 9 meses de edad. Comúnmente el bebé se sienta luego de gatear. La destreza de gatear aporta en el desarrollo del niño habilidades de equilibrio, que luego le permiten sentarse. Para que el bebé sea capaz de sentarse verticalmente, deberá desarrollar la fuerza muscular en las piernas, los brazos, los hombros y la espalda. Igualmente necesitará el desarrollo del equilibrio, que le ayudará con su postura y estabilidad.

Antes de sentarse el adulto deberá ayudar al pequeño con actividades para desarrollar su cerebro y cuerpo para el movimiento. Primero, las actividades deben realizarse cuando el bebé está alerta y bajo la supervisión de un adulto. Luego, debe asegurarse que el espacio que se utilizará para jugar y realizar actividades es seguro para el bebé. Un espacio seguro debe tener un piso suave, puede utilizar un material blando (e.g., foam play mat o foam exercise mats), en el cual el adulto esté presente supervisando y jugando con el bebé. Además, el espacio debe estar organizado y equipado con los materiales y juguetes apropiados para la edad del infante.

A continuación presentamos ejercicios de estimulación para que realices con el bebé:

1. “Tummy time” – hay varias actividades que puedes realizar con el bebé en la posición boca abajo. En nuestra publicación Tiempo boca abajo, podrás encontrar siete ejercicios que puedes hacer con el infante. El tiempo boca abajo ayudará a tu bebé a desarrollar los músculos del cuello, estómago y de la espalda. Igualmente, ayuda al desarrollo visual (habilidades como la fijación y el rastreo).

2. Elevar la superficie para las manos del bebé - Ponga una superficie un poco alta para las manos de su bebé (e.g., un cojín, un juguete). Luego, animé al bebé a poner sus manos sobre esta superficie. Esto ayudará a que el bebé ponga peso sobre sus rodillas. Además, fortalecerá los músculos de la espalda superior.

3. Halar a posición de sentarse- Pon el bebé boca arriba, agarra sus manos y suavemente impulsalo hacia ti. Esto ayudará a fortalecer los músculos del abdomen de tu bebé, que lo ayudarán a sentarse.

4. Moverse o bailar con el bebé- Poner distintos tipos de música (suave y rítmica) y moverse suavemente al ritmo de la música con el bebé en sus brazos. No haga movimientos bruscos. El moverse, girar y bailar ayudará a la maduración del sistema vestibular (que ayuda a mantener la postura y el equilibrio).

5. Sentar al bebé con apoyo - Sienta al bebé con apoyo, puedes utilizar un cojín de soporte para sentar al bebé o almohadas. Coloca frente al bebé un juguete que le llame la atención para que lo intente alcanzar. Tendrá que adoptar la posición de trípode (utilizará los brazos para ayudar a estabilizar el torso), que lo ayudará a mantenerse sentado sin necesidad de apoyo. Esto se debe realizar por cortos periodos de tiempo, de 5-10 minutos, varias veces al día. Para realizar este ejercicio el bebé debe haber desarrollado la tonicidad muscular de sus hombro y espalda, además de contar con la habilidad de controlar su cabeza.

6. Gatear con obstáculos- Coloca tu pierna, tu cuerpo o varios cojines, de manera que el niño tenga que trepar sobre dicho obstáculo para llegar al otro lado. Puedes estimularlo colocando algún juguete al otro lado. De esta manera, el infante se moverá empujando sus piernas, lo que le ayudará a fortalecerlas.

7. Masajes- Dale un masaje al bebé de manera suave y con presión leve, de abajo hacia arriba. Comenzando con las extremidades superiores y luego con las inferiores, nunca a la barriga. Cuando el infante esté completamente cómodo con el tacto directo de tus manos, puedes realizar los masajes intercalando varias texturas (e.g., ásperas, suaves). Puedes utilizar materiales como: esponjas, toallas y bolas. Los masajes estimulan el suministro de sangre a los músculos del cuerpo y ayuda al desarrollo del tono muscular, importante para un movimiento suave y coordinado.

En fin, estas actividades combinadas con una dosis diaria de afecto y mucho amor al bebé mediante el contacto a través de tus abrazos, es el ambiente más nutritivo para el desarrollo de un cerebro saludable. Cuando un bebé está aprendiendo a sentarse, es común que utilice sus brazos para ayudar a estabilizar el torso (posición trípode). Por lo que es importante la supervisión de un adulto, ya que puede perder el equilibrio y caerse. No siente al bebé si este no ha desarrollado las habilidades previas de: control de la cabeza y tonicidad muscular. Esto puede desencadenar problemas en la curvatura de la espalda del bebé. Si tiene alguna duda o pregunta acerca del desarrollo del bebé hable con su pediatra al respecto.


 
 
 
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