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El sistema vestibular y su relación con el desarrollo motor

Arelis Rivera Burgos

El desarrollo físico en nuestros niños es esencial para alcanzar con éxito las habilidades motrices características de cada etapa. En esta tarea juega un papel muy importante el sistema vestibular, quién se encarga de que el cuerpo mantenga el balance y movimientos coordinados, de acuerdo al espacio en el que el cuerpo está ubicado.

El nervio vestibular, se encuentra alojado en el oído interno y en su interior cuenta con los receptores sensoriales del equilibrio. Estos receptores se encargan de informar al cerebro los diferentes cambios de posición que asume una persona. De esta manera, nos ayuda a mantener el balance y permanecer erguidos mientras nos sentamos, nos ponemos de pie y caminamos. Igualmente, el sistema vestibular estabiliza la imagen visual cuando el cuerpo y la cabeza están en movimiento. Es decir, conserva una imagen estable, lo cual es imprescindible para el equilibrio.

Este sistema madura progresivamente conforme el crecimiento de la persona y su desarrollo motriz. Es decir, a medida que se presentan las distintas etapas; primero de infante, maternales, preescolares, y luego de joven y adulto. El vestíbulo permite y coordina con el cerebro la información sobre los cambios de posición (e.g., arrastrarse, sentarse, gatear, caminar) que se presentan en estos distintos momentos de la vida.

Ahora bien, ¿cómo podemos estimular el sistema vestibular? Los movimientos rotatorios, de balance y los giratorios ayudan a estimular el cerebro y la información sensorial que contribuyen al equilibrio. Algunas de las actividades que puedes realizar con los pequeños son:

1. Lleva al niño al parque y rueden juntos por la grama o colina.

2. Si puedes matricula al niño en clases de yoga. No obstante, si no puedes matricularlo hay videos disponibles en la web de cómo hacer yoga con los niños en casa.

3. Lleva al niño al parque y permite que juegue en las chorreras, columpios y balancines.

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4. Anima al niño a subir y bajar escaleras. Esto puede hacerlo gateando o caminando. Mientras gatea fomenta la posición cuadrúpeda y mientras camina alternando las piernas ayuda al niño al desarrollo de patrones de coordinación.

5. Con los brazos extendidos anime al niño a caminar con un pie

frente al otro, sin tropezar. Puedes utilizar una tabla de balance para darle dirección al infante.

6. Deja que el niño utilice “scooter” o bicicleta para balance (sin pedales). No olvide ponerle casco y protectores para la seguridad del pequeño.

7. Pon al niño en una bola para hacer ejercicios, aguantando bien al bebé con una mano en la espalda y otra en los glúteos, y mueve la bola de lado a lado. También puedes sentar al al bebé en la bola y tomarlo de las manos y moverse, de manera que la bola rebote.

8. Siéntate en el suelo y lanza la pelota al niño para que este la atrape. Esta actividad también puede realizarse de pie.

9. Juega con el niño a imitar animales. Una vez tengas la postura de un animal detente y mantén la postura, sin perder el equilibrio.

10. Pon al niño en una tabla de balance ("spinner"). Mueve la tabla de un lado a otro, de manera que gire.

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11. Coloca al niño en una hamaca y muévelo de lado a lado.

Recuerde que debe asegurarse que el espacio y objetos que se utilizaran para jugar y realizar actividades son seguros para el niño. El adulto debe estar presente supervisando y realizando cada actividad con el pequeño. Si tiene alguna duda o pregunta acerca del desarrollo del niño hable con su pediatra al respecto.

 

Nota: Se utilizan los términos "niño" y "pequeño", de manera inclusiva, tanto para género femenino como masculino. Esto para facilitar la lectura.


 
 
 
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