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Hablemos de COVID-19 con nuestros niños


Nos encontramos en tiempos difíciles. La pandemia que atravesamos nos ha trastocado a todos en diversas formas. Como parte de este proceso, la familia está experimentando un fenómeno muy difícil, el aislamiento. Los niños pasan el día en la casa, tratando de acoplarse a un nuevo estilo de vida. Es natural que los padres sientan miedo, ansiedad y preocupación por sus hijos. Esta situación provoca reacciones de incertidumbre. Estos sentimientos son totalmente comprensibles, pero es importante entender que contamos con una herramienta que nos puede ayudar mucho, el juego.


Está comprobado, que el juego aporta grandemente al proceso de aprendizaje. A través de las actividades del juego, pueden incentivarse las competencias motoras, cognitivas, sociales y emocionales del niño. Cuando el niño percibe noticias aterradoras y confusas, como lo es la pandemia, el juego los ayuda en la búsqueda de comprensión y alivio.


Es así, como la creatividad y el ingenio se han apoderado de los espacios de nuestros hogares y han surgido nuevas formas de juego. Muchos de estos nuevos estilos de juego van ligados a la nueva realidad que vivimos. Encontramos a los niños convirtiendo los espacios de las casas en hospitales, donde juegan a pequeños doctores y enfermeras, que atienden pacientes con coronavirus. En otros hogares, hay niños jugando a científicos en laboratorios, aislando el virus y buscando tratamientos. Mientras otros niños juegan a los reporteros, informando acerca de la pandemia que afecta el mundo. Muchos pequeños también han creado juegos o han alterado algunos ya existentes, como “la papa caliente”, que está infectada con coronavirus y el juego del “frisao, que simula el distanciamiento social.




Mientras atravesamos por esta pandemia, es importante la forma en que nos dirigimos a nuestros niños. Algunas recomendaciones de la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y del Adolescente para ayudar a los niños a comprender la situación actual son:


  • Cree un ambiente abierto y de apoyo donde el niño sepan que puede hacer preguntas, pero entienda que es mejor no obligarlo a hablar sobre las cosas a menos que esté listo.


  • Responda las preguntas con honestidad.


  • Use palabras y conceptos simples, que el niño pueda comprender.


  • Esté preparado para repetir información y explicarla varias veces. Alguna información puede ser difícil de aceptar o comprender. Hacer la misma pregunta una y otra vez, puede ayudar al niño a sentir tranquilidad.


  • Reconozca y valide los pensamientos, sentimientos y reacciones del niño. Hágale saber que sus preguntas y preocupaciones son importantes y apropiadas.


  • No haga promesas. Permita que el niño se sienta seguro, pero no prometa que la situación terminará pronto o que nadie en la familia se verá afectado por el virus.


  • Hágale saber que hay muchas personas ayudando a los afectados por el brote de coronavirus.


  • No permita que el niño vea demasiada televisión con imágenes aterradoras. La repetición de las escenas puede ser inquietante y confusa.


En fin, sea partícipe del proceso y juegue con sus hijos. Recuerde que el juego puede ser una forma saludable para que el niño procese la situación. Además, el juego puede darle a los padres una idea de su estado emocional del niño. Esté pendiente y busque ayuda si su hijo presenta signos de ansiedad como: disturbios del sueño, pensamientos o preocupaciones que limiten sus actividades y miedos recurrentes sobre la enfermedad o la muerte.


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